Artesanas Wichis se suman a Alimentos Cooperativos
A partir de una alianza con la Fundación Niwok, sumamos a la Red de Alimentos Cooperativos a cientos de artesanas Wichis de la provincia de Formosa.
14 septiembre, 2021 por
Alimentos Cooperativos

A partir de una alianza con la Fundación Niwok, sumamos a la Red de Alimentos Cooperativos a cientos de artesanas Wichis de la provincia de Formosa. A través de la elaboración de canastos, carteras, bolsos y diversos productos artesanales, estas creadoras agregan valor a la fibra de chaguar, al carandillo y al palo santo. Durante generaciones las mujeres Wichí han trabajado reunidas en comunidad, aplicando técnicas ancestrales. Los objetos de arte que producen son su fuente de trabajo y resignificación cultural. Por eso, desde Niwok las acompañan en la comercialización.
Esta Fundación trabaja en El Potrillo, a 544 km de la capital de Formosa, una localidad Wichi de acceso limitado donde viven las comunidades. Junto a las mujeres indígenas se impulsa el trabajo como una forma de empoderamiento y vida digna, promoviendo su capacitación en calidad y diseño. Además, realizan talleres abordando temas como los derechos de las mujeres, la educación, la salud, la sexualidad, las adicciones, entre muchos otros.

SIWANI
Su marca, Siwan'i, significa arañita que teje su tela en las plantas del chaguar. De las hojas del chaguar, una bromelia que crece en el monte, se extraen las fibras que transforman en hilos para los tejidos. Los árboles, en sus cortezas, hojas y frutos, brindan los colores para teñirlos. Así, recrean códigos de sus antepasados, combinan formas y tonalidades en una diversidad de diseños.
El trabajo de la fibra del chaguar es una tarea exclusiva de mujeres Wichí, quienes producen estas artesanías como fuente de subsistencia.

EL PROCESO
Las mujeres se internan en el monte con palos o machetes, seleccionan hojas y las juntan atadas para facilitar el traslado. Cada hoja se pela manualmente para separar las fibras del chaguar, que se golpean y raspan minuciosamente para limpiarlas y desgomarlas. Luego, las fibras se ponen al sol para que se sequen hasta quedar blanquecinas y poder hilarlas y teñirlas. 
Cada fibra se manipula y retuerce con los dedos impregnados en ceniza. Así, se convierte en un hilo fuerte y se va enmadejando. Con raíces, frutos, cortezas y hojas se preparan los tintes que impregnarán a las fibras al hervirlas. Las mujeres wichís plasman sus diseños basados en su entorno, y realizan el tejido de malla en dos versiones: punto yica, más flojo, y punto antiguo, más apretado. Además puede usarse bastidor o técnica de cestería.
Encontrás sus productos disponibles en nuestra tienda virtual, tanto para compras mayoristas como minoristas. 

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